Te conocí un domingo 28 de octubre. Esa misma noche ya estaba hablándote. ¿Ese día? Para mi el mejor de todos en esa ultima temporada. Para ti, simplemente un partido con victoria más. La cosa no acaba ahí, aún queda una larga historia que contar. Todo fue rodado con algún que otro altibajo con el que tu no tenias nada que ver. Al revés tu eras el que me hacia olvidar toda aquella tempestad en la que estaba sometida. Esa tempestad poco a poco iba calmándose gracias a que tu me sacabas algunas sonrisas. Indirectas, directas y mas indirectas que tu no pillabas o hacías que no las pillabas. ¿Quieres chicas directas? Así la tuviste. Me gustas. Y todo esto sin haber dirigido ni una sola palabra en persona pero pronto llegaría ese día 11 de noviembre. Buscando gente para no ir sola, no por el que dirán ni chorradas de esas; que por otro lado me dan igual, sino por la vergüenza que me daba el simple hecho de darte tan solo dos besos. Llego el gran día y yo mas sola de lo que nunca había estado, cometiendo una de las mayores locuras de mi vida, estaba allí, sentada en aquellas gradas donde todo el mundo me miraba. Primer gol, segundo gol, tercer y cuarto gol a tu favor. Parecía que todo había acabado pero no. Un chaval se quedaba sin aire, pero hay estaba mi héroe que le ayudo a seguir adelante. "Después de esto si que me encantas :D Ayuda al contrario a respirar y cuatro goles! Olee" frase que expresaba la verdad en aquella mañana de domingo. Miro la hora y poco faltaba ya para la gran batalla. Llamo por teléfono subo las escaleras, voy a la puerta y a esperar. Sube el equipo derrotado, familiares de todos y por el equipo vencedor. Suben todos los números pero hay dos que han desaparecido. El 10 y el 17. Mi amiga nerviosa conmigo al teléfono. De repente un chs chs y mi cara cambio, mi corazón se acelero. Todo me empezó a temblar. Su mano en mi brazo, su mejilla en mi mejilla, mi mejilla en la suya. El mejor muaks muaks que escuche alguna vez. "Me has visto jugar?" "Por supuesto y esos cuatro goles ee" "Ja ja claro, luego hablamos por Whatsapp vale?" "Vale chaito" Tu a cambiarte y yo de vuelta a mi casa. Tumbada en la cama empezaba a pasar por mi cabeza todos los momentos que me gustaría que pasaran a partir de ese "Tony Cristina, Cristina Tony". Charla sobre sentimientos esa noche. Explicándote de la mejor manera que podía lo que sentía queriendo que hablaras pero como buen señorito callado que estaba. No había manera de sacarle alguna palabra. Parecía que querías decir no pero al segundo daba a entender que si. Contradicción tras contradicción así paso la noche del 11 de noviembre. Lunes 12 dejamos apartado el tema y nos empezamos a reír mucho. Por lo menos yo. Y llego la hora de irse a dormir donde yo me atreví a despedirme con un te quiero pensándome lo peor. No me va a contestar. Me va a ignorar. No quiere nada conmigo. Para que le habré dicho nada. He sido tonta. Y después de unos minutos, se hizo de rogar el señorito, llego una inesperada despedida con su "tekk". Para el cuatro letras puestas que quedan bien pero para mi, el mejor dia para la mala suerte porque eran las 00:01, osease, el primer minuto de un martes 13.
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