Kilómetros.
Le tengo a kilómetros de mí. Lejos, estamos lejos. Pensé que jamás iba a vivir otra experiencia como aquella de estar tres meses sin hablarnos, pero pinta a que me equivoque. La estoy volviendo a vivir. La diferencia es que ahora hablamos algún día que otro. Pero estamos distanciados. Esos tres meses me hicieron recapacitar y darme cuenta de lo que me importaba. Ahora le echo de menos. Es que no puedo estar sin él. Necesito hablar con él cada día y verle y saber que está bien y ver como sonríe. Yo eso lo he tenido y ahora que no lo tengo, ya no sé vivir sin ello. Ya no sé vivir sin él.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario